domingo, 26 de diciembre de 2010

Movida ¿antitaurina?

Esta es una pequeña opinión sobre los extremismos de algunas personas desubicadas, ociosas, en busca de un objetivo que llene sus vidas vacías o con alguna otra falencia psicológica: los loquitos que odian a muerte a las personas que gustan de las corridas de toros.

Aclaro antes que alguien me tilde de cruel, taurino o sediento de sangre inocente; no me gusta el espectáculo de los toros, no los apoyo, nunca he ido a ver una corrida, y francamente los "taurinos" de Lima me parecen unos huachafos sin esperanza; eso de vestirse con sombreros que no usan en ninguna otra parte, beber vino de la "bota" y hasta insinuar un acentito ibérico, un tufillo a eshpañol, ¡pardiez!, me causa gracia y me suelo burlar de esta gente con poca personalidad. Pero, de ahi a irme al otro extremo de hacer campaña en contra, odiar a los marcianazos que se computan españoles por unas horas, o incluso agredir a quien ose apoyarlos, ya es ridículo. Además, el trato no me parece tan injusto; un esbelto torero difícilmente pesa más de 80 kilos, y está armado con apenas una espada; el toro es inmensamente más poderoso y pesa usualmente más de 500 kilos, MEDIA TONELADA de furia. Hay que tener mucho coraje o ser muy cojudo para entrar al ruedo a enfrentarse con una bestia grande como un tren y molesto como perro rabioso. Yo no lo haría, ni por toda la plata del mundo.

Pero, dejemos de lado eso por un momento y analicemos; ¿por qué digo que los antitaurinos son extremistas? ¿Saben cuántos toros se "asesinan" en una temporada de Acho, que es anual? No más de 20. Digo yo, ¿vale la pena tanto esfuerzo, tanto sudor por una veintena de toros?
¿Saben cuántos niños mueren de frío por temporada en las alturas de nuestra sierra, particularmente en Puno? No menos de 250. Y no son animales, son niños, seres humanos, como sus hijos, o los míos.

Entonces, ¿de verdad creen que es correcto toda la campaña antitaurina? Digo no, ¿acaso no sería mejor que todos esos recursos, tiempo y trabajo, se destinen a causas más...? Esteee, ¿cómo lo digo suavemente?... ¡IMPORTANTES! Ya déjense de cojudeces, a los que quieran ser huachafos, déjenlos ser, es su derecho, preocupémonos de cosas con sentido, no tonterías...
Chau!! Feliz Navidad, Feliz año nuevo!!

jueves, 28 de octubre de 2010

Nuestro Nobel de Literatura 2010

Después de más de dos décadas de espera, finalmente se hizo justicia, la academia sueca le otorgó a Mario Vargas Llosa, el premio Nobel de Literatura, año 2010, por su ejemplar trayectoria.

Quiero expresar desde este humilde espacio, mis más sinceras felicitaciones a Don Mario, un escritor de vocación y profesión, quien ha asumido el escribir, como un trabajo al cual le ha dedicado además de su incomparable talento, la seriedad que le pone un médico al curar personas, un ingeniero al diseñar una máquina, un profesor al transmitir conocimientos, una madre al criar a sus hijos. Mario no escribe cuando tiene ganas, sino que cual trabajo marcado con tarjeta, se sienta a escribir en un horario laboral estricto, y por lo de las ganas, presumo que siempre tiene ganas de escribir, y no imagino que algún día se le acaben las ideas, sino que primero se le acabrá el tiempo para seguir escribiendo, y de la misma forma que Beethoven, que seguía escribiendo música en su lecho de muerte, sospecho que Mario tratará de escribir hasta cuando pueda, en los últimos minutos de su paso por este mundo.
Me siento muy contento de que finalmente Mario reciba su Nobel, pues se lo merece, y puedo decir, incluso más que varios otros otros ganadores del mismo premio.
Imagino que muchos inmediatamente querrán hacer comparaciones con otros escritores latinoamericanos, Gabriel García Marquez encabezando esa lista. Yo opino que si bien al Gabo le dieron el premio mucho antes (28 años atrás, en 1982), el actual premio a Mario es más representativo, pues no se trató de un premio en parte influenciado por éxitos puntuales, sino más por una obra consistente, constante en calidad y continua. Gabo tiene libros geniales, como por ejemplo la extraordinaria "Cien Años de Soledad", o "El Amor en los Tiempos del Cólera" o "Del Amor y Otros Demonios", pero muchos que no puedo decir fueron de mi total agrado; por el contrario TODA la obra de Mario es de una calidad incomparable. Además, Mario fue el escritor latinoamericano que abrió el camino al resto de escritores americanos de habla hispana al ganar el premio Bibliteca Breve de la editorial Seix Barral en 1962 con "La Ciudad y Los Perros". Desde esa maravillosa novela, pasando por "Pantaleón y las Visitadoras", o "La Guerra del Fin del Mundo", "El Paraíso en la Otra Esquina" o la pícara "Las Travesuras de la Niña Mala", todas son en placer para cualquier nivel de lector, con su lenguaje sencillo, sus historias cautivantes y fáciles de leer. Aun no leo su última entrega "El Sueño del Celta", pero estoy seguro que no será menos buena que todas las antes mencionadas y las que olvido mencionar.
No puedo dejar de sentir un enorme orgullo por uno de mis autores favoritos, un peruano, liberal y demócrata, opositor de todo tipo de dictadura y por sobre todo, el genial escritor que es.
Felicitaciones Don Mario.

martes, 27 de julio de 2010

Las playas del norte Peruano


Hace un par de semanas regresé de un viaje que hice con mi esposa a las playas del norte del Perú. Realmente fue una experiencia maravillosa, cada vez que viajo por este país privilegiado, no termino de asombrarme de la extraordinaria belleza de nuestro Perú.

Un domingo muy temprano tomamos un avión que en poco más de 1 hora de vuelo, nos dejó en la cálida ciudad de Piura, que siendo usualmente un lugar sofocante, por ser julio estaba bastante fresco. Desde Piura, agarramos un auto alquilado y nos fuimos rumbo norte, hacia las playas.

La carretera circula en medio de un desierto curioso, pues árido no se le puede llamar, al estar lleno de tercos arbustos verdes (algarrobales), clavados en la arena hasta donde la vista puede alcanzar. Y además, el desierto en ocasiones se llena de verde al cruzar los territorios agrícolas (de caña de azúcar los más grandes), gracias a los proyectos de inversión privados que le ganan tierras de cultivo a la arena. Y claro, el oasis de Sullana, con sus palmeras y arrozales es inverosímil. En algo de 1 hora se puede llegar a Talara, pero no entramos por ahí, seguimos de largo para en poco tiempo llegar a El Alto, luego se cruza el pueblo de Los Órganos para llegar finalmente a la mítica Máncora.

El desierto de Sechura

El Máncora que recordaba
La primera vez que conocí Máncora hace unos 10 años, era un lugar muy distinto. Del pequeño pueblo de pescadores con no más de 3 hostales para los amantes de las olas y de lugares exóticos, que maravillaba al viajero desde la misma curva de entrada con su mar calmado, que respiraba paz y tranquilidad, en un ambiente de provincia, deliciosos almuerzos de pescado fresco que se pagaban con monedas, vida lenta y silencio, bañados con la brisa de su mar tibio, que atrajeron tanta gente de todo el mundo, ya no queda mucho. Hoy pasar por Máncora es como cruzar el mercado de Jesús María, lleno de tiendas, hostales de todo precio, muchos autos, muchas más mototaxis, bulla, buses... Ahora hay que tomar la ruta de tierra que conecta a Máncora con Vichayito (que pertenece al vecino distrito de Los Órganos) para encontrar algo de paz. Pero al transitar esa estrecha y polvorienta vía, no pude dejar de sentir ira porque las interminables construcciones de hoteles y "spas" ya no dejan ver la orilla del mar, que se encuentra a apenas unos metros, como si los inversionistas se hubieran apropiado de la playa, cosa que además es ilegal en el Perú (deberían de haber no sé cada qué distancia según ley, accesos libres a la playa, pero nadie parece saber de eso), obligando al viajero a hospedarse en sus negocios para poder disfrutar del mar.

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El Máncora de hoy

Habiendo aterrizado en Piura poco antes del mediodía, al llegar a Máncora ya eran como las 3 de la tarde, así que decidimos almorzar y nos fuimos al famoso restaurante llamado "Las Gemelitas". La comida no se puede decir que es mala, pero he comido ahí antes, y me queda la sensación de que o han cambiado de cocinera o quizás mis gustos han variado, pero no me fui contento, creo que esperaba mucho.

Acabado el almuerzo, seguimos rumbo norte, hacia nuestro destino. Apenas pones pie (o las llantas) fuera de Máncora y entras a Tumbes. Pasamos de largo en ingreso a Punta Sal, cruzamos Cancas y antes de llegar al peaje, llegamos a nuestro hotel, el Balihai. Eran casi las 5 de la tarde y queríamos descansar.

Balihai es un lugar bonito, al lado del mar (y de la carretera), y como llegamos antes de la quincena de julio (es decir, temporada baja), estaba vacío; teníamos el lugar para nosotros solos. La decoración al estilo Bali, con sus cabañas de madera, senderos de piedra en medio de la arena, y el mar a pocos metros, es una hermosa combinación. De noche, con sus tenues faroles amarillos, el lugar es aun mejor. La casa principal, bien construida en madera, sirve de bar y restaurante, y desde el segundo piso, la vista del mar es inmejorable. La piscina es pequeña pero suficiente para refrescarse, nadar un poco y beber algo helado con el agua a nivel del pecho, como si fuese "rico y famoso" (además ¿quién quiere una tamaño olímpico en la playa?). Nuestra cabaña, casi tocada por las olas, era acogedora, y contaba con todo lo necesario para una estadía cómoda y rústica, con la excepción de la terma, que nunca pude hacer funcionar, pero eso en el cálido norte no es vital. La orilla del mar está sembrada de piedras, más visibles con la marea baja, pero la mar es tranquila, con olas pequeñas reventando a pocos metros de mi cama. El agua de los servicios es salobre, así que es mejor llevar agua embotellada para beber y lavarse los dientes. No tengo idea cómo será este lugar en temporada alta, lleno de personas, niños ruidosos corriendo en los alrededores y chapoteando en la piscina, pero cuando estuvimos allí, sin más huéspedes que mi mujercita y yo, era el lugar perfecto. Más aun viendo la puesta sol en ese lugar mágico, apreciable desde la hamaca de nuestra cabaña e incluso, echado en la cama con vista al mar.

Nuestra cabaña
Puesta de sol en Balihai

Balihai de noche, casa principal y piscina
Así de cerca del mar dormimos

El lunes por la mañana nos fuimos a Puerto Pizarro, a conocer los manglares. Lo recomiendo, pero vayan después del mediodía con la marea alta, pues algunas mañanas la marea baja impide la navegación de los botes que llevan a los turistas a conocer la parte abierta de este santuario natural (me cuentan que la zona reservada, más al norte, en la misma frontera con Ecuador, no está disponible para turistas ni para pescadores, concheros o cangrejeros locales). El estero de aguas tranquilas e islas llenas de aves es digno de visitarse, mejor si completan la visita pasando por el zoocriadero de cocodrilos, donde podrán ver más de 250 de estos monstruos, en todos los tamaños. Luego de unas 2 ó 3 horas de paseo en bote, se puede almorzar en el mismo Puerto Pizarro, pero no esperen milagros, los locales ahí solo cumplen.

Marea baja en Puerto Pizarro

"La isla de las aves" en los manglares
Los manglares
Paseando por el estero
Botes abandonados en los manglares

Los cocodrilos de Tumbes

El martes le tocó turno al rumbo sur; primera parada: Punta Sal. En mi humilde opinión, esta pequeña y tranquila caleta debe de ser la mejor playa del Perú, al menos yo no he conocido una mejor. Con razón el ex-presidente adicto a la etiqueta azul, adoraba este lugar. El sol, la brisa, el mar calmado y tibio, la tranquilidad... Punta Sal es por lejos mi lugar favorito, al menos hasta que junte dinero y me vaya a conocer Tahití. Envidio a los que tienen una casita en este balneario, y como decía el "negro mama": algún día... No hay palabras para describir la playa de Punta Sal, una imagen es mejor.

La playa de Punta Sal, sin gente
Una panza de 7 meses tomando sol en Vichayito

Más tarde seguimos rumbo sur y pasamos de largo Máncora (pues además, ya no hay ni donde estacionar el auto para irse a la playa), y avanzamos por el camino de tierra descrito antes. Varios kilómetros más allá, ya en Vichayito, finalmente pudimos ver el mar entre los espacios vacíos que supongo con pena, pronto llenarán los futuros hoteles aun por construirse. Pudimos finalmente estacionarnos y disfrutamos un rato de la playa, que más allá de la zona conocida como "Las Pocitas", está más libre de piedras, aunque el agua no es tan cálida como en Punta Sal, pero no había nadie, lo cual era perfecto para nosotros, especialmente para mi esposa y su barriga de 7 meses.

Los Órganos es un pueblo triste, parece abandonado, viejo, olvidado. Una pena porque su playa es hermosa, y tienen un restaurante que es espectacular; el "Bambú"; si pasa por ahí, no vaya hasta Máncora, pare aquí y pida el cebiche de Merlín, o de ostiones, unas delicias. Con porciones personales que sobradamente alimentan a dos, mesas frente a mar, no hay que buscar más.

Coma bien, coma rico, pague poco...

El Alto es un pueblo extraño, con una infraestructura moderna pero vacía, parece un pueblo fantasma pero limpio, al menos las últimas gestiones municipales invirtieron el dinero de forma más inteligente que en otros pueblos del país. No hay mucho que ver, pero es punto de paso para conocer el misterioso Cabo Blanco, caleta de pescadores de casitas muy humildes, un malecón nuevo y vistoso, que parece atrapada en el pasado, pero que tiene a decenas de plataformas petroleras en su paisaje marino y platos de televisión satelital en los techos de casi todas las chozas, como para recordarle a los lugareños que la década de 1950 hace tiempo se acabó. En su playa sur, en una colina triste, aun se pueden apreciar las ruinas de lo que una vez fue el "Cabo Blanco Fishing Club", desde donde los gringos profesionales en petróleo, salían hacia alta mar a enfrascarse en titánicas batallas con merlines gigantes, y cobraban $10,000 por la membresía (eso en la actualidad equivaldría a no menos de $80,000) y en donde, todos los lugareños dicen, Ernest Hemingway encontró la inspiración para su extraordinaria novela "El viejo y el mar". La verdad es que Hemingway sí estuvo aquí, además de otras figuras de Hollywood de los años 50, como el mismísimo John Wayne, pero Hemingway ya había escrito la novela mencionada y estuvo en Cabo Blanco para pescar y para grabar escenas de la película basada en ese libro. Cabo Blanco aun guarda el récord mundial en pesca del Merlin Negro al cordel, establecido por un tal Alfred Glassel Jr. (uno de los fundadores del club) en 1953, al atrapar un monstruo de casi 710 kilogramos de peso y 4.4 metros de largo. Alguien debería de tomar ese histórico lugar y restaurarlo, y quizás hacer de él un hotel nuevo, yo me hospedaría allí, pues desde esa colina la vista de la playa es magnífica, si pasamos por alto las plataformas petroleras en el mar, y el oleoducto frente a la playa.

Cabo blanco desde lo alto


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El Fishing Club abandonado

Luego de estos pocos días fantásticos, regresar a Lima, a su tráfico insoportable, su velocidad, ruido y caos, es casi la locura. Pero extrañábamos mucho a nuestra hija, así que en el fondo, el hogar es uno solo, ¿verdad? El plan es juntar dinero, comprar una casa en Punta Sal y llamar a ese paraíso "hogar", ¿no sería genial?

miércoles, 2 de junio de 2010

Ese humo maldito...





Hace un par de días se celebró a nivel mundial (creo, si tienen la acogida suficiente), el día del no-fumador, o día sin humo, o día anti-tabaco, etc. etc. Por la TV, en periódicos, en la radio, todo el bendito día escuché uno tras otro a cada despistado despotricando del cigarrillo, de los peligros del fumar, de lo asquerosas que son las personas que fuman, que el crimen que se comete al fumar al lado de otra persona (el desdichado fumador pasivo), de los miles de componentes venenosos y cancerígenos que contiene un puchito, y un largo y aburridísimo etcétera de pasmosas afirmaciones, exageraciones y satanizaciones.


A ver muchachos, relájense. Como siempre, seguramente hay alguien a quien un ser muy querido se le murió y las causas se le atribuyeron al fumar, y desde entonces inició una cruzada moral para desterrar de este mundo a ese maldito vicio. Y un montón de despistados a quienes o les sobra el tiempo o necesitan algo con qué llenar sus vidas, se sumaron a la causa y van por el mundo hostigando a los fumadores.

Ojo, no digo que fumar sea bueno, ni que no sea dañino. Tampoco incito al hábito, y opino que el tabaco es un placer de adultos, estoy totalmente en contra del uso del tabaco en los adolescentes, que crezcan y decidan si quieren fumar. Como todo en la vida, el fumar en exceso, es tremendamente dañino. Para quienes ven en un cigarrillo al diablo calato, les digo no
es lo único que mata si se convierte en vicio. El alcohol es un vicio mucho peor, pues a diferencia del tabaco, fumando no pierdes la conciencia ni el control de tus acciones. Aun así te fumes un kilo de habanos, eso no es impedimento para manejar un auto, maquinaria o incluso un avión, en cambio con 2 shots de tequila, en muchos lugares la policía te baja del auto esposado. No solo eso, alguien enviciado en Coca Cola, acabará muerto tarde o temprano si no controla su consumo. Incluso la maravilla de la naturaleza, el huevo, consumido en exceso te mata, me parece recordar un caso de un deportista que se empujó un montón de huevos crudos y murió a las horas.

Quiero aclarar que no fumo con regularidad, quizás 10 cigarrillos en un mes, y unas 5 cargas delicioso y muy aromático tabaco de pipa. Me puedo pasar meses sin fumar ni una aspiradita. Nunca lo tuve como vicio, pero lo disfruto. Fumar es un placer, para quienes saben disfrutarlo.

El disfrute no viene en excesos, sino en momentos ideales y condiciones adecuadas. El tabaco ha sido por cientos de años un medio de comparir amistad, de hacer paces (acaso no han escuchado eso de los indios americanos y su "pipa de la paz"), de asentar una deliciosa comida, de disfrutar cómo la habitación donde estás se llena del maravilloso aroma de una pipa quemando un tabaco de calidad, el sabor dulce de un legítimo habano cubano, y puedo seguir por horas...
Pero, me molesta que hayan personas que satanicen todo de una forma tan agresiva, se lo tomen tan a pecho y lleguen a extremos de insultar a quienes disfrutamos de una de las plantas más placenteras de esta vida. Juro que si me estoy fumando un poco de buen tabaco y viene uno de esos afrancesados activistas y me dice que apesto, que contamino, que mato a los que me rodean y que apague mi cigarro, puro o pipa, lo mando al carajo.

Que los fumadores pasivos sufren más que el fumador, sí claro, si lo encierras en un espacio estrecho y sin ventilador junto a un fumador, por años seguidos, es posible. Más te envenenas si caminas 10 minutos en una avenida muy transitada que fumando pasivamente. Escuchen (o lean) bien esto: no existe ningún estudio serio, que haya probado los riesgos del fumador pasivo, toda la propaganda hecha al respecto (llamada SHS del inglés second hand smoking) está basada en opiniones y suposiciones. Si me equivoco que alguien me corrija con pruebas, por favor.

Que te hace daño, sí, pero si se fuma sin excesos, el tabaco no te hace más daño que la cerveza, que hamburguesas grasientas, gaseosas, cualquier cosa con colorantes artificiales, la mayonesa, las pizzas, papas fritas, en fin, todas las cosas ricas de la vida...

Que produce cáncer, es muy probable, pero el tacabo es una de miles de cosas que lo podrían producir. No veo a nadie protestando y haciendo campañas para evitar el uso de asbestos, mucho más cancerígeno que el tabaco. O contral el alcohol, que causa más muertes, tanto por cáncer al hígado, como por los accidentes de tránsito que se pueden atribuir.

Aquí algo muy importante: en el mundo se gastan BILLONES de dólares, euros, yenes, soles, o francos suizos en campañas anti-tabaco. ¿Y su efectividad? No se ha podido probar!!! O sea se gastan millonarias cantidades sin resultados reales o que se puedan medir estadísticamente y con certeza, de que tanta inversión, sirve para algo bueno de verdad. Salvo claro las personas que forman parte de las organizaciones anti-tabaco (con sus sueldazos), o las agencias de publicidad que cobran muy bien por difundir en todos los medios, las amenazas del dantesco cigarrito. Digo, ¿no sería mejor que se invierta ese dinero en los niños pobres del tercer mundo, o los ancianos sin hogar, o en hacer carreteras, o agua y desague para sitios aislados, puentes, hospitales, hidroeléctricas, colegios, mejorar sueldos a maestros y policías, o miles de cosas más productivas? Las campañas anti-tacabo anualmente gastan mucho más dinero que todas las teletones juntas, que buscan recaudar dinero para los hospitales de niños discapacitados. ¿Es eso lógico?

En conclusión, no fastidien. Dedíquen sus energías a cosas más importantes, como por ejemplo, los niños trabajadores, ancianos abandonados, la deforestación de la selva amazónica, la delincuencia, la salud pública, la educación, y un casi eterno etcétera. Hay cosas mil veces más obcenas que un poco de rico tabaco. Abran los ojos, el cuco no es el tabaco, es la corrupción, el genocidio, el abuso, la delincuencia, el desorden, la ignorancia, la suciedad... Mejor cambio de tema y me relajo, voy a prender ahora una deliciosa pipa, y fumar un rato, como unos amigos. Chau...


Bruce Willys
Al Pacino











Avril Lavigne










Mira Sorvino




















Pamela Anderson


Ernesto Che Guevara
Albert Einstein









Alexander Graham Bell











Paul McCartney

Rita Hayworth


















Thomas Alva Edison

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J. Robert Oppenheimer

















Sylvester Stallone

Jack Nicholson

Mi papá

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Negro? Ay perdón, quise decir "afro"...

Hace pocos días, el canal Frecuencia Latina ordenó retirar de su programación (es decir, le dijeron a su creador, Jorge Benavides "¡ya no lo hagas más caraxo!") al ahora célebre Negro Mama. Esto a raíz de un sketch en el que este personaje caricaturiza a un moreno que llevó a cabo el robo del siglo (y el más monse) a un carro blindado en el Perú; algunos "afros" inmediatamente alzaron su voz de protesta, indignadísimos de que se les vincule a un vil ladrón. Pero esteeee... digo ¿acaso mintieron, o inventaron esa noticia? No, solo parodiaron la realidad, una noticia. Seguramente si el ladrón hubiera sido un oriental, quizás hubieran usado el personaje de Kenyi, o si hubiera sido una mujer andina, más que fijo que usaban a la Chola Jacinta. La idea no creo que haya sido ridiculizar a todos los negros, sino hacer comedia.

A los pocos días, muchas voces salieron a protestar, entre ellos la Srta. Carrillo de Lundú. He escuchado y leido tantas opiniones de que el racismo aquí, allá, en TV, radio, diarios...
Aunque estoy de acuerdo que hay racismo en Perú (el que lo niegue está loco), me parece que hay que saber diferenciar. Racismo es por ejemplo prohibirle a tu hija que tenga un enamorado cholo. Racismo es creer que en la cola del banco, tú tienes la preferencia por ser blanco y de ojos azules, y que esperen cholos, chinos y negros. Racismo es creer que la etnología aria y derivados, son superiores a las demás. Racismo es pensar que en Miraflores no deberían de dejar entrar a cholos, chinos y negros, que se vayan a sus barriadas. Racismo es Aura, Café del Mar y todos los otros establecimientos que se "reservaban el derecho de admisión" a los más claritos. Racismo eran los buses y fuentes de agua con separaciones para white y para colored, el apartheid, el nazismo, los conquistadores españoles declarando que los "indios" no eran humanos, los genocidios de los colonizadores ingleses y su descendencia contra los indígenas norteamericanos, poblaciones negras en el Africa, oscuros en India y Australia. Sumen a todo esto un largo, penoso, infame y vergonzoso etcétera.

Por otro lado, la forma de llamarnos unos a otros en nuestro Perú ha sido siempre coloquial, amistosa, cariñosa. Cuando yo le digo a un amigo "oye negro, vamos a tomarnos un par de chelas", o a mi asistente "chola linda, llama por favor al ingeniero X", o a un viejo amigo descendiente de orientales "habla chino, qué fue de tu vida", eso NO ES RACISMO.

El grupo PERU NEGRO no creo que sea racista. Quienes llamaban a la inigualable Lucha Reyes "la morena de oro del Perú" o a Manuel Donayre "el diamante negro", o a Arturo Cavero "zambo", dudo que haya sido por racistas. O vamos al revés, tampoco creo que los que le llaman "el gringo Karl" al sudafricano recientemente popular por una infidelidad, sean racistas. Tampoco quienes llamaban "chino" a Alberto Fujimori (erradamente por cierto, pues China no es Japón).




















Yo opino que no hay que hacer una tormenta en un vaso de agua. El humor es así, se mofa de todo lo que pasa y ven en las noticias. Parodian a cualquier personaje, y no creo equivocarme, no se les cruzó por la cabeza el racismo. Caso contrario los caucásicos se quejarían de la personificación de "Rómulo Ratón" (¿acaso tooodos los blanquitos son coimeros?), los japoneses y descendientes de la caracterización de Kenyi (¿acaso toooodos los nisei son amanerados y engreídos?), etcétera.

Seamos auténticos y no copiemos cosas del extranjero. Me causa gracia que cierto sector de personas negras, ahora demanden que no se use la palabra "NEGRO" para referirse a ellos, sino AFRO. Me van a disculpar, pero discrepo. Estas son mis razones:

1.- No estamos en los EEUU, y no me da la gana de cambiar mi léxico, pues nunca he ofendido a nadie con él. No quieran ser como sus congéneres del país norteño, en donde solamente un negro le puede decir a otro negro, "negro" sin que el negro se ofenda. Ya pues... sean originales.
2.- Los apoyo en sus reclamos legítimamente anti-racistas, pero el Negro Mama no me parece que lo sea, ni el nombre del color. Si esto prosigue, más adelante también se condenará a la palabra "marrón" (que es más preciso que "negro" para ese color de piel, ¿verdad?)
3.- La raza negra no es la única nativa del continente africano, también están las etnias arábicas de Egipto, Marruecos, Argelia, Libia, Tunisia, y los habitantes del desierto del Sahara, que van desde beduinos, tuaregs y hasta bereberes. O sea, al decirle a alguien AFRO podría no ser negro, ¿verdad?























4.- Para no ofender a los pocos sensibles negros que reclaman este cambio en el léxico, habría que hacer muchos cambios:
- Cambiarle el nombre al grupo musical PERU NEGRO a PERU AFRO.
- Habría que cambiar todos los discos publicados por el genial Arturo Cavero, reemplazando la palabra ZAMBO con AFRO-INDIO (zambo es el hijo de un negro con una india o viceversa).
- A Manuel Donayre habría que empezar a decirle "el diamante afro".
- Hay que cambiar las letras de muchísimas canciones, no solamente peruanas, casi a nivel mundial de hispano-hablantes (tantas canciones criollas y salsa que se refieren literalmente con la palabra negro a la gente de color).
- A la música tan alegre ahora conocida como negroide, habría que llamarla "afroide". (¿?)

Etcétera. ¿Me dejé entender? En fin, lo dejo ahi, pero acabo con una reflexión:
El que se ofende de la nada, es porque está esperando que lo ofendan... hagas lo que hagas, igual se ofenderá. Relájense amigos, la vida es muy corta... Respiren hondo, repitan "gusfraba" 10 veces y "hakuna matata" 20 veces, luego junten dedos medios con los pulgares y digan ¡Ooooooommmmmmm...!

Chau!

martes, 13 de abril de 2010

La Iglesia Católica

Recientemente hemos sido testigos de la aparición de varias denuncias (nuevas o antiguas, ocultas a la luz pública) de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos en Europa y los Estados Unidos.
Anteriormente ya me referí tangencialmente a este tema, y sostengo mis opiniones. El ser humano es entre otras cosas, un animal sexual, y el celibato es una aberración a la naturaleza humana, muy difícil de alcanzar, es anti-natural y por último, una gran crueldad. No digo que sea imposible, pero sí que las personas capaces de vivir en celibato y ser felices, son excepciones a la regla.

El hombre (o mujer) moderno cae dentro del reino animal, en la siguiente categorización:

Phylum: chordata (cordados, presentan una cuerda dorsal)
Sub-phylum: vertebrata (vertebrados, la cuerda dorsal tiene forma de columna vertebral)
Super-clase: tetrapoda (de 4 extremidades)
Clase: mammalia (mamíferos, de sangre caliente y que alimentan de leche a sus crías)
Sub-clase: theria (mamíferos que se desarrollan en un útero, no en un huevo)
Infra-clase: eutheria (mamíferos placentarios, que se desarrollan en una placenta)
Super-orden: euarchontoglires (ya no pregunten tanto)
Clado: euarchonta
Orden: primates (¡por fin!)

Entre los primates, encontramos a todos los monos, los lemures, tarsos, etc. y dentro de todas estas clasificaciones, nuestro pariente más cercano, es el chimpancé. Los chimpancés son de 2 tipos, el chimpancé común y los bonobós, ampliamente conocidos por hacerlo todo en sus vidas, mediante el sexo. Todos los primates de la familia hominidae (chimpancés, gorilas, orangutanes y el humano) son altamente sexuales, su comportamiento social está en gran parte dominado por el sexo. Esto es ciencia, no chapucería; no he visto nunca un experimento que fuerce a cualquiera de estos primates al celibato, pero puedo casi asegurar, que si en un laboratorio privamos de sexo a cualquiera de estas especies (digamos, un orangután macho), pero teniendo cerca, a la vista y tacto a uno o varios especímenes del sexo opuesto (una o varias guapas orangutanas), el pobre experimentado se volvería violento, loco y acabaría haciendo un desastre de su ambiente o violentando a otro especímen... ¿Suena familiar?

Y como mencioné antes, toda la doctrina del cristianismo y catolicismo, está basada en gran parte, en la vida y enseñanzas de Jesucristo, quien JAMAS habló de celibato (incluso estudios y análisis recientes lo vinculan a María Magdalena, su supuesta esposa).
Pero eso no es lo peor. Lo más indignante es que en un enfermizo afán de esconder bajo la alfombra los problemas, las altas esferas de la curia encubren a los sacerdotes agresores, no los denuncian y a lo mucho, los trasladan. Nunca los castigan. Y no piden perdón por sus barbaridades, pero esperan a que las cortes les ordenen pagar millonarias indemnizaciones que ejecutan en silencio anónimo. Y claro, el dinero es abundante en el Vaticano, pero la verguenza es escasa, es mejor pagar que pedir perdón. ¿Y así esperan recuperar adeptos o feligreses?
La parte peruana tampoco está mucho mejor, con un cardenal insólito a la cabeza, al que se le ha visto denigrar su investidura tantas veces, confabulando con la mafia de Montesinos, hablando groseramente ante militares, con un lenguaje digno de un pandillero y no de un Arzobispo, tratando de tomar el control de la Universidad Católica de cualquier forma y rematando un colegio centenario (el Santo Toribio de Mogrovejo, fundado en 1847, mi alma mater), a una inmobiliaria para hacer departamentos y repartirse la venta.















Aunque soy agnóstico, hubo un tiempo que tuve un gran respeto por la iglesia, cuando era liderada por gente de calidad, como Juan Landázuri Ricketts o el valiente Augusto Vargas Alzamora, hombres cuya sola presencia irradiaba solemnidad y respeto. Qué grandes le quedaron los zapatos de Cardenal al Sr. Cipriani.
Y entre los papas de Roma, el único que merece mi admiración fue Albino Luciani, quien tomó el nombre de Juan Pablo I, apodado il sorriso di Dio (la sonrisa de dios); un hombre legítimamente bueno y honrado, que intentó reformar la iglesia y clarificar las cuentas (especialmente las del banco Ambrosiano) y acabó misteriosamente muerto a los 33 días de asumir el trono de Roma.


Ya me he referido al Vaticano como Corporación; oficialmente, el Vaticano declara tener inversiones por debajo de los 500 millones de dólares (¡nada menos!) pero extraoficialmente se sabe que lo declarado es aproximadamente el 10% de lo real. Las inversiones de la iglesia católica están administradas por Banco del Vaticano, también conocido como el Instituto para el Trabajo Religioso, y el portafolio de inversiones abarca acciones en empresas como Fiat, Ferrari, General Motors, General Electric, Shell, Gulf Oil, Bethlehem Steel, IBM, TWA, etc... Ya no se incluye en la lista el 15% que el Vaticano tenía en la constructora Inmobiliare (que se menciona en la película El Padrino 3) y que es real, tanto que fue la empresa que construyó los tristemente célebres apartamentos Watergate en Washington DC... ¿Qué? ¿Creyeron que era ficción?
En fin, las cosas son como son, y difícilmente cambiarán, pero es bueno informarse de cómo son realmente, ¿verdad?
Hasta la próxima.

jueves, 1 de abril de 2010

A mi padre


Dentro de poco, se cumplirán 6 meses desde que mi papá falleció. Aun me parece inverosímil que se haya ido así de pronto, sin ningún aviso previo al mismo día de su muerte, incluso esa misma noche tenía guardia nocturna en el hospital. El doctor Luis López Mas fue un gran, gran hombre. Sin aspavientos, sin pompa ni fanfarrias, vivió su vida lo mejor que pudo, hizo grandes cosas y también cometió errores, pues era al fin y al cabo un ser humano, pero dejó este mundo dejando un enorme hoyo, un espacio vacío, una presencia que aun se siente y que se extraña.

Mi papá creció en una época aun estricta para los adolescentes, y si bien no pasó dificultades económicas, tampoco vivió en medio de lujos. Fue el primogénito del matrimonio de un químico botánico arequipeño muy inteligente y ambicioso, y de una química farmacéutica callada y abnegada. Pero no fue el primer hijo de mi abuelo, y sus hermanos de padre y madre serían parte de una larga lista de medio hermanos, que se dicen superaban a la veintena. Mi abuela fue la única hermana de 6 que tuvo hijos, así que cuando mi abuelo se fue de la casa detrás de sus sueños y de otras faldas, mi papá quedó bajo la tutela de 5 tías solteronas. Su destino estaba ya predeterminado antes de que él ingrese a la secundaria, sería doctor, para que atienda a sus tías, estaba decidido, no importaba su opinión (él quería ser ingeniero). La formación jesuita de la Inmaculada forjó sus valores, que le durarían toda la vida, y la ausencia de mi abuelo marcó su personalidad. De las cosas que me contó, deduzco que mi papá quería y admiraba mucho a mi abuelo, pero desafortunadamente el viejo no sentía lo mismo, habían cosas más importantes en la vida que los hijos; una carrera, el prestigio profesional, las mujeres… Incluso una vez accedió a llevar a mi papá a un viaje de negocios a Nueva York, pero se olvidó de él, de casualidad se cruzaron por una calle de Manhattan; si el azahar no hubiera intervenido quizás no se hubiera visto hasta que ambos estuvieran en Perú de regreso.






Papá creía firmemente en la familia, y era de los que pensaban que un hogar no debe desintegrarse, sin importar los problemas de por medio; hasta el último momento se resistió a la idea que su matrimonio con mi mamá estaba acabado, aunque era en la práctica insostenible. A pesar que no fue su vocación, se entregó de lleno a su profesión impuesta y fue uno de los mejores médicos que pisó un hospital en el Perú. Y cuando fue director en el Ministerio de Salud, a la cabeza del Serums, no solamente se mantuvo en un cargo de confianza en dos gobiernos diferentes (cosa rara en el estado) gracias a su capacidad e inteligencia, sino que además, jamás agarró un solo sol que no se hubiera ganado legalmente. Ojalá el 1% de los políticos fuesen un poco como era mi papá, este país sería muy diferente.





Un domingo de octubre en la mañana me llamó y me pidió que lo llevé un local en el centro (que hace años solía ser una botica, negocio familiar), quería que lo ayude a llevar una moto Yamaha vieja a su casa, como yo uso una camioneta pick-up, sería fácil. Pasamos por su casa, yo estaba con mi esposa e hija, y nos fuimos al centro, él estaba como siempre, como cualquier día. En el local estuvo renegando un poco, por el deterioro de las cosas que una vez fueron parte importante de su vida, pero eso era normal en él. Sacamos la moto pero a la luz del día, la vio vieja, oxidada, fea... mejor no, me dijo, ya no vale la pena, así que la volvimos a guardar y nos fuimos.
En el camino hablamos normal, claro que renegó un poco, pero como dije, él siempre fue así. Luego incluso bromeamos un poco. Lo dejé en su casa y me fui a un supermercado, bastante cerca de su casa. No había acabado de comprar y me llaman de su casa, diciendo que se había puesto mal. Regresé y lo encontré en su cama, temblando y sudando mucho. Al parecer, el conversar de cómo encontró las cosas, lo hizo renegar otra vez y se puso mal. Me dijo que quería calmarse, le tomé la presión, estaba normal. Le dije vamos al hospital, no quiso. Me senté en un sillón y le dije, ya, dime qué hago. Al rato me mandó al hospital a traer un calmante y alguien que le ponga la inyección. Corrí al hospital, hablé con medio mundo y logré llevarme una enfermera a su casa, quien le puso el calmante intravenoso. La enfermera, con una cara de circunstancia y preocupación me dijo al oído, vamos al hospital mejor, así que insistí y finalmente accedió. Lo llevé al Casimiro Ulloa, no quiso que lo cargue, caminó a la camioneta, lentito. En el camino me dijo es un infarto, no lo quise decir en la casa, yo le dije que se calme que en un ratito llegamos al hospital a que lo atiendan. Al llegar lo subieron en una camilla y sonaron la clave de emergencia. No hablé con él más. Me mandaron a comprar unas ampollas carísimas, se las pusieron para disolver un coágulo en una arteria. A las 2 horas ya estaba mejor, se estabilizó y nos dijeron que lo iban a trasladar al hospital Almenara, donde hay un centro especializado de cardiología. A las 6 pm empezó el traslado, mis hermanos y yo fuimos detrás de la ambulancia, corriendo. Cuando ya estábamos cerca, la ambulancia prendió la sirena y aceleró, la seguí, eso me pareció raro, pues en todo el camino vino rápido pero no así, como en emergencia. Llegamos al Almenara y la ambulancia entró rápidamente, mis hermanos se bajaron de la camioneta, pero sólo dejaron entrar a mi hermano mayor. Sentado esperando afuera del hospital, pensaba que mi papá tendría que cuidarse en adelante, que necesitaría una dieta baja de grasas y bajar el ritmo del trabajo, ya nada de guardias nocturnas. Imaginé que le harían un cateterismo para destaparle las arterias medio bloqueadas. Llamé a mi hermano y me dijo que papá estaba a puerta cerrada, pero que por un agujero vio que le estaban haciendo resucitación; en ese momento me preocupé. Al minuto me dice que mi papá se había muerto, no lo lograron salvar. En realidad se murió en la ambulancia y trataron de revivirlo, pero no pudieron.
No lo podía creer, entré y vi a mi padre en una camilla con un tubo en la garganta, el pecho desnudo y aun con sus jeans domingueros puestos, ya sin vida. Le agarré la mano aun tibia pero inerte, me quebré sobre su pecho; no lo esperaba. Esa misma noche mi hermano y yo llevamos a papá a una agencia funeraria y lo dejamos en un cajón con su terno negro. Hice todo lo que pude por ayudarlo, pero igual lo perdí. Es una sensación horrible de impotencia.
Velamos a mi papá en la Medalla Milagrosa en San Isidro, fue mucha gente a verlo, recibió muchísimas flores. Sus compañeros me pidieron llevarlo al hospital antes de ir al cementerio, cómo negarse a eso. Salimos del velatorio y llegamos al hospital, al estacionarse la carroza las ambulancias sonaban sus sirenas, varios médicos de bata blanca lo sacaron y llevaron en hombros a la recepción, donde había una cama de flores esperándolo. Hablaron sus amigos, un cura, mi tío, yo. Médicos, enfermeras y muchos otros no contenían las lágrimas. Luego lo cargaron y llevaron a dar una vuelta por los pasillos de la Emergencia, en donde por tantos años recorrió miles de veces, ayudando a tanta gente, bromeando muchas veces, renegando otras tantas. La clave (el timbre que anuncia normalmente la llegada de una emergencia) sonaba sin parar, le echaban miles de pétalos, le gritaban ¡presente! Lo sacaron finalmente a la calle en hombros y las ambulancias nuevamente lloraron su partida. Luego lo llevamos al cementerio Campo Fe, y lo enterramos. Al pie de su tumba le dije que aunque renegón, tenía un enorme corazón de oro, que no se preocupe, que vamos a estar bien, y ya no jodas viejo, deja de renegar y descansa... te voy a extrañar...
El hombre que soy hoy se lo debo en gran parte a él, a sus valores, a su ejemplo. Aunque en mi adolescencia chocamos muchas veces, estos últimos años mi relación con él fue buena, ya más viejos y calmados ambos, a pesar de tener el carácter tan parecido, dejamos de colisionar y nos convertimos en grandes amigos. Mi padre marcó mi vida adulta, me va a hacer mucha falta. Creo haber sido un buen hijo y sé que estaba orgulloso de mí, esos pensamientos me sosiegan.
Por lo menos me place el hecho que mi papá se fue entero, en buenas condiciones físicas, lúcido y fuerte. Le falló el corazón, sí, pero no llegó a ser un viejo lastimero y apañalado que yo tampoco quiero llegar a ser. Y esto que en la familia hay un historial de vejez miserable, pues mi abuela y sus hermanos apenas rayaban los 70 años y ya parecían de 100, perdiendo el control de sus esfínteres y la razón en la oscuridad de la demencia senil. Lo recordaré así, sonriente, renegando, hablador, escuchando su música de Burt Bacharach o Barry White, y fumando un cigarro. Pensándolo bien, en comparación con muchas otras, él se fue rápido, con sus hijos cerca, querido y admirado; fue una buena muerte.