Recientemente hemos sido testigos de la aparición de varias denuncias (nuevas o antiguas, ocultas a la luz pública) de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos en Europa y los Estados Unidos.
Anteriormente ya me referí tangencialmente a este tema, y sostengo mis opiniones. El ser humano es entre otras cosas, un animal sexual, y el celibato es una aberración a la naturaleza humana, muy difícil de alcanzar, es anti-natural y por último, una gran crueldad. No digo que sea imposible, pero sí que las personas capaces de vivir en celibato y ser felices, son excepciones a la regla.
El hombre (o mujer) moderno cae dentro del reino animal, en la siguiente categorización:
Phylum: chordata (cordados, presentan una cuerda dorsal)
Sub-phylum: vertebrata (vertebrados, la cuerda dorsal tiene forma de columna vertebral)
Super-clase: tetrapoda (de 4 extremidades)
Clase: mammalia (mamíferos, de sangre caliente y que alimentan de leche a sus crías)
Sub-clase: theria (mamíferos que se desarrollan en un útero, no en un huevo)
Infra-clase: eutheria (mamíferos placentarios, que se desarrollan en una placenta)
Super-orden: euarchontoglires (ya no pregunten tanto)
Clado: euarchonta
Orden: primates (¡por fin!)
Entre los primates, encontramos a todos los monos, los lemures, tarsos, etc. y dentro de todas estas clasificaciones, nuestro pariente más cercano, es el chimpancé. Los chimpancés son de 2 tipos, el chimpancé común y los bonobós, ampliamente conocidos por hacerlo todo en sus vidas, mediante el sexo. Todos los primates de la familia hominidae (chimpancés, gorilas, orangutanes y el humano) son altamente sexuales, su comportamiento social está en gran parte dominado por el sexo. Esto es ciencia, no chapucería; no he visto nunca un experimento que fuerce a cualquiera de estos primates al celibato, pero puedo casi asegurar, que si en un laboratorio privamos de sexo a cualquiera de estas especies (digamos, un orangután macho), pero teniendo cerca, a la vista y tacto a uno o varios especímenes del sexo opuesto (una o varias guapas orangutanas), el pobre experimentado se volvería violento, loco y acabaría haciendo un desastre de su ambiente o violentando a otro especímen... ¿Suena familiar?
Y como mencioné antes, toda la doctrina del cristianismo y catolicismo, está basada en gran parte, en la vida y enseñanzas de Jesucristo, quien JAMAS habló de celibato (incluso estudios y análisis recientes lo vinculan a María Magdalena, su supuesta esposa).
Pero eso no es lo peor. Lo más indignante es que en un enfermizo afán de esconder bajo la alfombra los problemas, las altas esferas de la curia encubren a los sacerdotes agresores, no los denuncian y a lo mucho, los trasladan. Nunca los castigan. Y no piden perdón por sus barbaridades, pero esperan a que las cortes les ordenen pagar millonarias indemnizaciones que ejecutan en silencio anónimo. Y claro, el dinero es abundante en el Vaticano, pero la verguenza es escasa, es mejor pagar que pedir perdón. ¿Y así esperan recuperar adeptos o feligreses?
La parte peruana tampoco está mucho mejor, con un cardenal insólito a la cabeza, al que se le ha visto denigrar su investidura tantas veces, confabulando con la mafia de Montesinos, hablando groseramente ante militares, con un lenguaje digno de un pandillero y no de un Arzobispo, tratando de tomar el control de la Universidad Católica de cualquier forma y rematando un colegio centenario (el Santo Toribio de Mogrovejo, fundado en 1847, mi alma mater), a una inmobiliaria para hacer departamentos y repartirse la venta.
Aunque soy agnóstico, hubo un tiempo que tuve un gran respeto por la iglesia, cuando era liderada por gente de calidad, como Juan Landázuri Ricketts o el valiente Augusto Vargas Alzamora, hombres cuya sola presencia irradiaba solemnidad y respeto. Qué grandes le quedaron los zapatos de Cardenal al Sr. Cipriani.
Y entre los papas de Roma, el único que merece mi admiración fue Albino Luciani, quien tomó el nombre de Juan Pablo I, apodado il sorriso di Dio (la sonrisa de dios); un hombre legítimamente bueno y honrado, que intentó reformar la iglesia y clarificar las cuentas (especialmente las del banco Ambrosiano) y acabó misteriosamente muerto a los 33 días de asumir el trono de Roma.
Ya me he referido al Vaticano como Corporación; oficialmente, el Vaticano declara tener inversiones por debajo de los 500 millones de dólares (¡nada menos!) pero extraoficialmente se sabe que lo declarado es aproximadamente el 10% de lo real. Las inversiones de la iglesia católica están administradas por Banco del Vaticano, también conocido como el Instituto para el Trabajo Religioso, y el portafolio de inversiones abarca acciones en empresas como Fiat, Ferrari, General Motors, General Electric, Shell, Gulf Oil, Bethlehem Steel, IBM, TWA, etc... Ya no se incluye en la lista el 15% que el Vaticano tenía en la constructora Inmobiliare (que se menciona en la película El Padrino 3) y que es real, tanto que fue la empresa que construyó los tristemente célebres apartamentos Watergate en Washington DC... ¿Qué? ¿Creyeron que era ficción?
En fin, las cosas son como son, y difícilmente cambiarán, pero es bueno informarse de cómo son realmente, ¿verdad?
Hasta la próxima.
Yo tambien amigo me quedo con Albino Luciani, el papa bueno de la sonrisa, ese que nos acerco con su Angelus, y discursos a un Dios cercano y humano, el que dijo una gran verdad, que Dios es padre, pero que tambien es Madre
ResponderEliminarEse papa que estaba dispuesto a poner orden en la Curia y la Curia dijo que se fuera al cielo y le ayudo silenciosamente y nocturnamente a irse a la eternidad, esa curia a la que NUNCA su sucesor le pidió cuenta por la muerte repentina y tracionera de su sucesor, esa muerte que su sucesor se nego a que se investigara aun pudiendo
Dios es justo y ambos se habrán encontrado, pero cada uno en un lugar muy distinto
saludos cordiales
Gracias por leerme Boira. Estamos de acuerdo en que el Papa Luciani, fue un lucero en medio de un cielo negro y vacío.
ResponderEliminarSaludos,
Rodrigo
No siempre te escribio Rodrigo, pero te leo con atencion y respeto
ResponderEliminarPara mi Pio XII y Juan Pablo I fueron los grandes papa de mi generacion, cada uno en su estilos, y me duele que pio XII, sea tan incomprendido, y que Luciani fuera sacado de la orbita por que les estorbaba
Buen fin de semana y un saludo
Estimado Rodrigo, de acuerdo contigo al 100%. Yo fui alumno de Augusto Vargas Alzamora, un hombre bueno, recto e iluminado por su fe. Del resto mejor ni hablar, pederastas y mercantilistas miserables, con ese mequetrefe de Cipriani a la cabeza. Que Dios los juzgue.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo mi estimado anonimo. Mi padre también fue alumno de Monseñor Augusto, en la Inmaculada. Figurate que Cipriani ya acabó con mi colegio y ahora se mete con mi universidad (PUCP), te imaginarás qué opinión tengo de él... Saludos
ResponderEliminar