lunes, 9 de diciembre de 2019

Los 4 pilares del futuro




No entiendo bien a dónde nos estamos dirigiendo como sociedades. Pero veo noticias y no es un buen momento. En muchos paises, hay caos y polarización, está por todos lados. Recientes disturbios en Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, son prueba de ello. Ni qué decir de Venezuela. Incluso en los EEUU, la división entre demócratas y republicanos es la más severa que se haya visto en la historia; no paran de atacarse, y actualmente se está cocinando una destitución constitucional al presidente Donald Trump (el impeachment), algo nunca antes visto. Trump es un personaje controvertido, qué duda cabe, pero no seamos ingenuos, no es ni más ni menos que muchos otros de sus antecesores.








En mi Perú, hay varias brechas entre personas, algunas muy profundas. La más importante creo que es entre los fanáticos fujimoristas, y los que no lo son; yo soy de los segundos. Y esta brecha divide al país casi en dos. Es sorprendente, no comprendo por qué hay personas que cierran los ojos ante las evidencias de corrupción y decadencia. Entiendo que hayan personas que en su momento, apoyaron y estuvieron de acuerdo con las acciones de Alberto Fujimori, cuando era presidente. Particularmente durante su primer gobierno (1990-2000) y en la primera parte del segundo. Veníamos de un desastroso gobierno aprista, que nos puso al borde del abismo, con una hiperinflación increíble y con el terrorismo ganando terreno; Fujimori hizo lo que debía hacer (aplicar el plan de Mario Vargas Llosa), frenó la crisis económica, y sentó las bases para que la lucha contra el terrorismo sea más eficiente. Nadie fuera de su sano juicio se podría oponer a lo que Fujimori hizo al inicio. Pero luego, cuando el poder se le subió a la cabeza, tomó por asalto las instituciones, trató de copar todo el estado (compra de congresistas, poner a sus allegados en cargos de decisión en el poder judicial, comprar prensa, etc. etc), y sobre todo, empezar a robarse el dinero de los peruanos, eso ya no es aceptable. Todo maquinado astutamente por su mano derecha y asesor en la sombra, el ex-capitán del ejército, Vladimiro Montesinos. Muchos de sus latrocinios fueron corroborados y luego Fujimori escapó a refugiarse en Japón, donde vivió cinco años, e incluso llegó a ser candidato al parlamento japonés. Misteriosamente a fines del 2005 salió de japón y llegó a Chile, donde fue detenido (tenía una orden de Interpol) y luego extraditado al Perú. Actualmente cumple condena en Lima. A pesar de todo, una gran parte del país lo sigue apoyando y ahora también apoyan a su hija Keiko, quien no tiene calificaciones suficientes como para ser presidente. Es algo que no llego a comprender.

Similares polarizaciones de opinión se pueden ver el muchos países, incluso en Europa, miren lo que está pasando en España y Francia; nos estamos dividiendo y enfrentando, yo diría que estamos retrocediendo. En lugar que el mundo se unifique poco a poco, estamos armando clanes con marcado odio hacia nuestros vecinos. La humanidad debería de eventualmente (me refiero a en unos 100 o 200 años), unirse en una sola federación mundial, con representantes de las diferentes naciones, y ponerse de acuerdo para resolver los principales problemas del mundo. Algo así como la Fundación de Asimov, o la Federación de la saga Star Trek; una organización de todas las naciones donde se vigile que el mundo esté libre de atrocidades y pobreza. ¿Llegará a ser eso algún día las Naciones Unidas? 

Por el contrario, actualmente es un tiempo de separación, de ira, de desunión, de conflictos. No puedo creer por ejemplo que los Catalanes no se sientan españoles, o que los bolivianos de Sucre y los del altiplano se miren como extraños, que exista gente de extrema derecha e izquierda, con ideas antagónicas y hasta beligerantes. Incluso acabo de leer que los habitantes de Alberta, una de las provincias de Canadá, quiere separarse del resto de su país. Me temo mucho que la política mundial, salvo en algunos pocos países, es una olla de presión, que va a terminar por estallar en algún momento.

Todo se podría empezar a corregir, si los sistemas educativos empezaran a inculcar en los niños, buenos valores, de forma seria y desde los más pequeños, hasta que tengan la conciencia desarrollada y puedan asimilar estos valores como algo natural. 

Los cuatro principales valores que debemos enseñar a todos los niños, como base para una sociedad más justa, creo yo que son:
  • El respeto; para mi el valor más importante. Los humanos debemos de saber respetar a nuestros prójimos, no hacer a nadie lo que nos nos gustaría que nos hagan. Pensar en no molestar o incomodar, en ayudar, no hacer sentir mal a nadie, ni por nuestros actos, ni por inacción. El respeto genera más respeto, es como la tercera ley de Newton, su acción crea una reacción igual pero de regreso.
  • La tolerancia; en el mundo siempre habrán humanos con diferente aspecto, con diferentes creencias, con diferentes costumbres, diferentes formas de pensar. Debemos reconocer nuestras diferencias y no juzgar. Tampoco hacer burla de lo que tú consideras ridículo porque es muy diferente a lo que estás acostumbrado. A menos que toda la humanidad sea de la misma raza, con el mismo idioma, cultura  costumbres, la tolerancia es necesaria.
  • El amor; Albert Einstein dijo que el amor es la fuerza más poderosa del universo. Yo le creo. Con amor, todo es posible, realmente todo. El problema es que el mundo no cuenta con suficiente. Suena ridículamente cursi y amelado, pero es verdad. Si los conflictos que surgen entre personas, se pudieran discutir con un poco de amor, no habrían guerras, discusiones, malos entendidos, etc. Pero nadie llega a la mesa de negociación con amor entre sus notas, cuentas, papeles, demandas, acusaciones, pruebas, exigencias, etc. Imagínense que los partidos políticos y/o países se juntaran para discutir sus diferencias con amor, como si fueran hermanos por ejemplo, o hijos y padres. El 99% de las veces las discusiones acabarían con un acuerdo bueno para todas las partes, porque como amas a la persona con quien negocias, llegas a un buen acuerdo porque no quieres hacerle daño, ¿no sería genial?
  • La integridad; no hay herramienta más útil para la convivencia, que la integridad. Saber reconocer lo correcto todas las veces, y tener el coraje de hacer lo justo, es una característica tan escasa como los tréboles de 4 hojas. Si las personas conducieran sus vidas con integridad, no habrían abusos, robos, desfalcos, traiciones, intrigas, engaños, etc. La integridad incluye a la honestidad, a la lealtad, la disciplina, el orden, la responsabilidad, e incluso el respeto. 


Estos cuatro valores son los pilares de un futuro mejor, una sociedad mejor que lo que tenemos actualmente. Debemos de empezar a formar a las generaciones venideras, con estos cuatro pilares. Si lo logramos, verán que éste será un mucho mejor mundo para nuestros hijos, nietos y futura descendencia. 

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