sábado, 31 de octubre de 2020

El derecho a la vida




Queridos lectores, esta vez voy a tocar un tema muy controversial. Lo que voy a expresar es mi opinión personal, la que no tiene la menor intención de ser impuesta a nadie. A diferencia de muchas ideologías que están de moda, no me interesa presionar para que todos piensen como yo lo hago, me da igual si están de acuerdo conmigo o no. Respeto tu opinión, todos tienen derecho a creer lo que les parezca, lo que no tienes derecho es a joder y joder porque hay gente que no piensa como tú, y enojarte, e insultar, y hacer campaña para que el sistema cambie para satisfacer tus gustos.


Yo creo que la vida humana es un derecho innato en todas las personas. Pero dicho eso, tampoco creo que el derecho a la vida sea una patente de corso para hacer lo que te de la gana, y no haya consecuencias posteriores, del mismo o similar nivel de tus actos. Yo pienso que, si bien la vida es un derecho, es un derecho que sí se puede perder. Y tomen en cuenta que mi punto de vista no tiene nada que ver con la religión, pues soy agnóstico. Tampoco soy homofóbico ni fanático de ninguna corriente ideológica, ni de extrema derecha ni mucho menos (¡líbrame universo!) de alguna de las muchas izquierdas. Por si acaso, menciono lo de no ser homofóbico, porque algunos dicen que quienes defienden la vida, si saben que el niño que defendían de feto, nace homosexual, ¡se acaba el apoyo! No es mi caso.


Estoy en contra del aborto

Creo firmemente que todo par de óvulo y espermatozoide que ya se unió en la fecundación, tiene derecho a una oportunidad de crecer, desarrollarse, nacer y ser alguien. Me resulta absurdo cuando los abortistas dicen que el óvulo fecundado o cigoto no es una persona; no entiendo su lógica, si por “no persona” ellos entienden que es un organismo que no puede pensar, no puede conversar o no puede opinar, entonces un niño recién nacido o su gato (que adoran seguramente) tampoco. No se necesita mucha ciencia para deducir que si no hay una intervención extraña y no hay complicaciones en la gestación, ese óvulo fecundado en muy poco tiempo se convertirá en una persona; si dejamos que la naturaleza siga su curso, ese cigoto se convertirá en embrión, y se desarrollará, y tendrá ojos con los cuales te podrá mirar, tendrá una boca con la cual te hablará, tendrá una opinión sobre el momento muy reciente en el cual los abortistas lo comparaban con un quiste o una muela. Yo lo haría. Primera conclusión, desde el momento de la fecundación, ya tenemos una persona, y yo creo que tiene derecho a que no lo asesinen. Física o químicamente.



Albert Einstein de niño
Esa futura persona con apenas minutos de haber sido fecundado, no tiene forma de defenderse por sí mismo. Y es posible que en el futuro se convierta en un gran escritor, en un astronauta, en un presidente o una nueva Marie Curie. También es posible que sea simplemente un obrero o empleado sencillo y humilde, y pase su vida de forma casi anónima, desapercibida (esto es lo más probable). Y claro, también podría convertirse en el próximo Hitler, o Bin Laden o el descuartizador más salvaje, o un nuevo Pablo Escobar. Todo puede pasar. Pero la verdad de la milanesa, es que en los primeros 9 meses de su existencia, no tenemos idea si será buena o mala persona cuando crezca, si descubrirá la cura del cáncer, o si destruirá a la humanidad. Y como no ha hecho nada aun (ni bueno ni malo), NO TIENE LA CULPA DE NADA (sí, con mayúsculas), no ha cometido ningún crimen como para que sea condenado a la pena capital. Por eso opino que, siendo una PERSONA INOCENTE, el aborto es MATAR a un INOCENTE y, por lo tanto, es abominable.


¿Hay excepciones? Por supuesto que sí. Si el feto pone en peligro a la madre, y un médico calificado lo asegura, pues es un hecho muy desafortunado y lamentable, es una terrible decisión que tomar, pero la vida de la madre debe prevalecer. Eso incluye, a las mujeres que están gestando producto de una violación, es un hecho terrible y me parece que, en esas circunstancias, condenar a la chica inocente a un embarazo producto de ese acto salvaje, es torturarla, causarle daños psicológicos muy difíciles de reparar; algunas podrán optar por dar al niño en adopción después del parto, lo que sería bueno, pero no es posible obligar a nadie a llevar dentro de su cuerpo, 9 largos meses, un recordatorio de que un miserable animal, la violó. 

Y ya está, esas son mis 2 excepciones, que calzan en la categoría de aborto terapéutico. No hay más justificación moral que se me ocurra, si a ti se te ocurre, me gustaría leerlo.

 

Hoy en día, con TODOS los métodos anticonceptivos disponibles, es realmente estúpido un embarazo no deseado. Por favor… Y sí, muchas veces somos estúpidos, y es que el hombre y mujer cavernarios que tenemos dentro, lleno de instintos muy difíciles de controlar, a veces nos agarran de los cabellos y hacemos el amor sin protección. Y sí, a veces estamos en pleno in and out, y cuando sentimos que se viene el huayco (o la avalancha), el instinto nos grita que no salgamos y que dejemos la semilla dentro; el instinto es muy poderoso. Millones de años de aprender a pasar nuestra herencia genética son muy, pero muy difícilmente controlables… Le sucede a todos los seres vivos, desde el elefante hasta a tu canario, e incluso las moscas y los jazmines en tu jardín. El instinto de todo ser vivo es reproducirse. Pero para eso existen los métodos anticonceptivos, desde el viejo y conocido condón, hasta las hormonas en pastillas o inyectables. En estos modernísimos tiempos del siglo XXI, es totalmente factible disfrutar de una buena sesión de amor y sexo, sin encargar prole.

 

Es por eso que los embarazos no deseados, pero que son producto de esos deliciosos 11 minutos en los que ambos accedieron a tener, y disfrutaron, pero en el cual no tuvieron la precaución de usar al amigo de látex, o mejor aún, no hicieron una previa visita conjunta al ginecólogo para tomar precauciones, y disfrutar tranquilos, esa situación para mí no califica como justificación como para cometer el CRIMEN de MATAR a un niño inocente. Si tuvieron el cerebro para escaparse, mentirle a mamá, elaborar un plan para que tu amiga te cubra, y decir que iban al cine mientras se registraban en un hotelito de alto tránsito, y lo gozaron porque quisieron, y quedaron embarazados, es sólo culpa de la pareja, de ambos, y DEBEN asumir su responsabilidad, y cambiar sus vidas para criar a ese pequeñín, fruto del placer sexual, ese que viste en esa porno y querías imitar.

 

Eso de que el cuerpo de la mujer es de ella y puede hacer lo que quiera con él... A ver, tu cuerpo es tuyo, es cierto, pero ese chiquitito o chiquitita que llevas de pasajero, no es parte de tu cuerpo, es OTRO cuerpo, y no puedes simplemente deshacerte de él (o ella) como si fuera una verruga. Asuman sus responsabilidades. ¿Estuvo rico no? Ah, ¿y no se cuidaron? Pues les toca hacerse cargo. Y en la mayoría de países no es legal hacer “lo que te dé la gana” con tu cuerpo; a ver intenta ir a una clínica a que te amputen una pierna simplemente “porque es tu cuerpo y quieres hacer con él lo que te da la gana”, sería imposible conseguir un médico que lo haga legalmente.

 En resumen, estoy a favor del aborto terapéutico, pero no el aborto para deshacerse de un niño engendrado por placer e irresponsabilidad. Es una vida, no una espinilla, y no apareció solito de forma espontánea, la pareja caliente lo trajo. Al final, es muy probable que les traiga muchas satisfacciones y alegrías, quien es padre o madre sabe de lo que hablo.

 


Creo en la pena de muerte

Ya que expuse mi defensa de la vida inocente, ahora paso a opinar sobre la vida de los que no son inocentes. Los humanos en su mayoría, gozamos de una ventaja: el libre albedrío. Las leyes regulan lo que no podemos hacer, lo que califica como falta o delito, dependiendo de su gravedad, pero fuera de eso, podemos hacer lo que mejor nos parezca. Un gran y mayoritario porcentaje de la población mundial, se ciñe a las leyes básicas, y si bien no somos unos santitos, y cometemos algunas faltas, muy pocos comenten delitos graves. Ojo con la diferencia; una falta puede ser estacionarse en una zona prohibida, quedarse con un vuelto demás, mentir en una entrevista de trabajo o en el bar, etc. Cosas pequeñas, que NO están bien, pero cuyas consecuencias no son muy graves. Nadie puede decir que nunca comete una pequeña falta, no somos perfectos. PERO… hay gente con la maldad en las venas, que comenten actos terribles, que roban, estafan, engañan, destryuen, etc... Y luego están los asesinanos y los violadores. Muchos sin el menor remordimiento, les parece normal. A este grupo de psicópatas me quiero referir.

 

La historia de la humanidad está llena de violencia. Algunas veces extrema, y eso no ha desaparecido, persiste en el interior de muchas personas. Hay gente que no tiene el escrúpulo en hacer daño a otros seres humanos, hasta hay algunos que lo disfrutan. En su mente y quizás en su mundo, matar es como rascarse la cabeza, no tienen esa voz interior que les pueda decir que eso está mal. Hay muchos ejemplos de estos psicópatas en los libros de historia y en los periódicos. Gengis Khan, Calígula, Torquemada, Iván el Terrible, Hitler, Stalin, Mao Tse-Tung, Pol-Pot, Bin Laden… Para nombrar a algunos de los más célebres, pues estaban en una posición de poder. También los hubo plebeyos, algunos conocidos como asesinos en serie, como Jack el Destripador, Charles Manson o Ted Bundy.

 

Otros psicópatas célebres: Josef Mengele, Aileen Wuornos, Idi Amin, Elizabeth Báthory, Leopoldo II, Charles Manson...

¿Por qué menciono a estos monstruos? Porque quiero ilustrar que hay personas que, con sus terribles actos de maldad, pierden su derecho a la vida. Y lo pierden por voluntad propia, no por las circunstancias, o porque se vieron obligados a hacerlo, no; lo hicieron haciendo uso de su libre albedrío, sabiendo perfectamente que está mal. Ok, no exagero con estos psicópatas extremos del pasado y dejemos de hablar de los Josef Mengele (¿no sabes quién es? Googelea), para hablar de los violadores de niños, los asaltantes que primero le disparan un balazo en la cabeza a sus víctimas, para luego robarles, los sicarios de los carteles mexicanos, pandilleros como los Mara Salvatrucha o terroristas de Al-Kaeda o el estado islámico (a quienes les encanta decapitar gente y filmarlo), etc. Hablo de atrocidades en el presente, vean las noticias. ¿Captan la idea? Hay gente muy mala, sin duda. La mayoría nunca va a cambiar, son psicópatas, pueden calmarse un tiempo, pero cualquier cosa puede disparar de nuevo sus instintos y vuelven a hacer daño. Sus mentes están atrofiadas, no tienen ese filtro del “bien y el mal”, en resumen, son un grave peligro para la sociedad y en la gran mayoría de casos, son incurables.

 

Es en estos casos de personas malignas, que la pena de muerte es perfectamente aplicable y hasta es necesaria. Estas personas hacen más daño a la sociedad estando vivas. No son útiles para nada. Son una carga, un lastre, un problema. Para contener sus terribles actos, debemos de gastar una enorme cantidad de recursos en perseguirlos, procesarlos y luego encerrarlos. ¿Para qué? Yo creo que este tipo de gente debe ser simplemente eliminada, nos ahorraríamos una gran suma de dinero en mantener a esta lacra en prisiones de máxima seguridad, dándoles de comer y cuidándolos. Con el riesgo que escapen o un abogado habilidoso consiga su liberación, y vuelvan a cometer sus latrocinios.

 

Dentro de la lógica de los detractores de la pena de muerte, uno de sus principales argumentos es que la pena capital no es disuasiva, es decir, que no asusta a los delincuentes, es inefectiva para prevenir el delito pues los malos no le temen a la muerte. Es verdad, pero la pena de muerte yo no la veo como un medio para evitar que la delincuencia haga daño, la veo como higiene, bajo mi perspectiva me da igual si los malos se asustan o no, es para deshacernos de elementos indeseables que ya cometieron sus crímenes y no ofrecen ningún beneficio a la sociedad, sino todo lo contrario, la dañan.

 

Otro de sus argumentos es que los sistemas de justicia cometen errores, y que gente inocente puede ser condenada a morir siendo inocente. Es verdad, pero la mayoría de los errores sucedieron en épocas en las que no había la tecnología forense actual como para estar seguro de su culpabilidad, siendo la herramienta más notable, el ADN. Muchos otros casos se produjeron por corrupción en el sistema, ya sea por racismo, o buscando un chivo expiatorio, o por una elaborada venganza. Desde 1973, 1515 personas fueron ejecutadas en los EEUU (al menos los 28 estados donde aún el legal la pena capital). En ese mismo periodo, a más o menos 300 personas se les concedió clemencia, ojo, no se les declaró inocentes, se les cambió la pena capital por prisión (usualmente de por vida). En ese tiempo también se exoneraron a 172 condenados, lamentablemente 150 de ellos post-mortem; en esos casos se observó que esas personas no tuvieron una defensa legal suficientemente hábil, el jurado no fue el apropiado, y en otros casos, el acceso a pruebas científicas demostró su inocencia. Actualmente hay más de 2600 condenados esperando su ejecución. Eso significa que de 10 ejecuciones, 9 se lo merecían y una fue injusta. Esa proporción hoy en día es mucho menor, dados los avances en la ciencia de la investigación criminal y las mejoras en los procedimientos.

 

Es verdad, es un punto a revisar, un adecuado sistema judicial es clave para la correcta aplicación de la pena de muerte, pero ¿es suficiente razón para no aplicarla? Yo creo que para implementar la pena capital un gobierno debe de crear los mecanismos adecuados para su uso, quizás una corte especializada y de alto nivel (como por ejemplo el Tribunal Constitucional Peruano) y con plazos suficientes como para verificar cabalmente la culpabilidad. Van a haber casos dudosos que tendrán que ser analizados exhaustivamente para no cometer el error de fusilar a un inocente, pero también hay casos que no necesitan mucha verificación, hay abundantes pruebas y evidencias de la culpabilidad del crimen. Y deben ser sancionados.

 

A muchos les parecerá una contradicción que esté en contra del aborto pero a favor de la pena de muerte (particularmente personas progresistas, simpatizantes del socialismo moderno y similares). Yo no lo veo así. Un aborto es ejecutar a un inocente, un pequeño que no ha hecho nada; la pena de muerte es para un miserable que sí cometió un horrible crimen, y fue demostrado en un juicio justo. Es la diferencia entre un inocente y un culpable.

Hasta la próxima...